martes, 25 de octubre de 2011

INTRODUCCION


En la antigüedad, los mitos ofrecían un tipo de respuestas similar al que hoy en día nos proporcionan las teorías científicas. Estas explican los hechos mediante la relación entre conceptos científicos, pero en la antigüedad las culturas arcaicas los justificaban mediante relatos. A través de ellos se indicaba el lugar del hombre en el universo, la naturaleza de la sociedad, la relación entre el individuo y el universo y el significado de los acontecimientos de la naturaleza.
Existen multitud de mitos y leyendas de acuerdo con las diferentes culturas existentes. En ellos, los dioses suelen representar las fuerzas y elementos fundamentales de la naturaleza, de cuya relación derivan la multitud de fenómenos que condicionan la vida y la sociedad de los diferentes pueblos. Los mitos explican los misterios de la naturaleza, estableciendo relaciones entre cosas simples y conocidas y otras que son más difíciles de comprender. Así como el huevo da origen a la vida, también el mundo en algunos mitos, se originó de un huevo. Las montañas a menudo son inaccesibles e inspiran respeto, igual que los seres a quienes el hombre atribuye un poder superior. Por tanto la morada de los dioses puede ser una montaña (el Olimpo en la mitología griega).
Los mitos existen en todas las partes y todos los pueblos del mundo y a pesar de su asombrosa variedad, comparten ciertas características. Estas similitudes son debidas a que los hombres se encuentran en todos los sitios ante los mismos problemas básicos y se plantean las mismas preguntas. Quieren saber por qué son lo que son, por qué la naturaleza se comporta como lo hace y cómo están relacionadas las causas y los efectos.
Dentro de los mitos, destacan aquellos en los que se explica el origen del mundo y del hombre. En la mayor parte de ellos, la creación del Universo se produce a partir de la nada o el caos, mostrando la importancia que posee el orden (social) en todas las culturas. Suele ser muy común que la creación sea obra de un ser superior o de un dios. Muchas veces, ese dios original, inicia el proceso de creación del Universo y son sus descendientes quienes continúan la obra. De esta forma se muestra que el origen de la vida y del Universo, es un proceso lento y la importancia de la descendencia, su educación y formación.
La idea de la formación de la tierra y el cielo a partir de la separación de la materia original es otro de los puntos recurrentes en los mitos de creación. Es frecuente, además, que el cielo se identifique con una divinidad masculina y que la tierra se vincule a una divinidad femenina, asociando esta divinidad a la fertilidad. Además, en la mayoría de los mitos, el agua en forma de lluvia, lagos y océanos ocupa un papel destacado. Esto es debido a que el agua posee un valor fundamental para la vida, ocupa un lugar destacado entre todos los elementos que constituyen el mundo natural. Otra característica común en los mitos de creación es la idea de que el mundo o incluso todo el Universo está formado por restos corporales de una deidad o entidad superior original. De esta forma se intenta asegurar que las acciones desarrolladas por el ser humano respeten la Tierra y todos sus elementos, al identificarla con un ser superior.
En algunos mitos se da un desarrollo de la creación en varias etapas o fases creándose en una de ellas el ser humano. La naturaleza de los humanos se sitúa entre los dioses, que son superiores al hombre, y los animales, que son inferiores. De esta forma, las culturas recuerdan que el hombre es un ser natural, creado por una deidad al igual que el resto de los seres, pero que se diferencia de ellos por su capacidad de comprensión.
 
 

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